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EL COMPROMISO AMBIENTAL DE LA EMPRESA, ATRAE INVERSIÓN

Por: Lupita Leal

Así como a los consumidores les importa cada vez más el medio ambiente, con los inversores pasa lo mismo, lo que significa que entre mayor compromiso ambiental tenga una empresa, mayores posibilidades de atraer inversión.

Entonces hablamos de inversión sostenible, donde los inversores no solo se fijan en criterios financieros como que la empresa sea solvente, sino también en el impacto ambiental que generan.

De hecho, las inversiones sustentables han tenido un crecimiento exponencial en los últimos años con motivo del cambio climático y la presentación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU en 2016 como marco para abordar los desafíos ambientales del mundo, lo que ha conllevado que las personas tengan mayor conciencia, sin embargo, se estima una brecha financiera anual de $2.5 billones de avances en los países de desarrollo, por lo que para cerrar la brecha, surge el auge de incentivar fondos para transitar a ciudades con bajas emisiones de carbono, siendo parte el impulsar que las empresas convencionales y emergentes ofrezcan productos y servicios que impacten menos al ambiente.

Ejemplo de ello, The Wall Street Journal publicó que, 21.5 mil millones de dólares fueron invertidos con base en los principios ASG en el primer trimestre de 2021 a nivel mundial, monto que se duplicó con respecto al 2020.

Ahora bien, los ASG son criterios Ambientales, Sociales y de Gobierno Corporativo, que son un conjunto de reglas a seguir a la hora de tomar decisiones empresariales, como lo es invertir en una empresa. Su origen se remonta años atrás con sus siglas en inglés “environmental social and governance” ESG, siendo la E de Environmental que engloba el efecto que la actividad de las empresas tiene en el medio ambiente, S de Social significa el impacto que una empresa tiene en su entorno y comunidad, y G de Governance alude al gobierno corporativo de la empresa en cuanto a su composición y políticas. 

Los criterios ASG se han convertido en la referencia de la inversión socialmente responsable (ISR) en el proceso de estudio, análisis y selección de valores de una cartera de inversión, teniendo peso dichos criterios para los inversores en el momento de elegir una u otra inversión. Para ello, existe el Task Force on Climate-Related Financial Disclosure (TCFD), que es el más utilizado para el análisis y la divulgación de información financiera de las empresas sobre riesgos y oportunidades asociadas al cambio climático.

Los beneficios que trae la inversión sostenible es que se vuelve más segura frente a cambios económicos o legales, haciendo a las empresas menos vulnerables, por lo que se le reconoce como inversión inteligente, lo cual, antes eran las agencias de rating especializadas en sostenibilidad las que se fijaban más en los criterios ASG, teniendo ahora una diversidad de análisis y demanda de información de cuestiones medioambientales y sociales por parte de los inversores, así lo recoge el observatorio de la inversión ESG de marzo del 2021, donde se especifica que los mayores gestores de activos a nivel mundial se dirigieron conforme los principios ESG (en inglés) o ASG (en español).

En cambio, vemos como las gestoras excluyen a determinadas compañías por su actividad como armas, trabajo infantil, alcohol, pornografía, tabaco, energías sucias, casinos, entre otros.  

En otro orden de ideas, en el 2020 hubo avances en materia legislativa en la Unión Europea, al crear una taxonomía que clasifica las actividades económicas medioambientales con base a 6 objetivos: la mitigación y adaptación al cambio climático; la protección de los recursos hídricos y marinos; la transición a una economía circular; la prevención y el control de la contaminación; y la protección y restauración de la biodiversidad y los ecosistemas; lo cual facilita el entendimiento de los inversores para tomar decisiones. 

Asimismo, existen los Principios para la Inversión Responsable (PRI, por sus siglas en inglés) promovidos por Naciones Unidas gracias a la iniciativa de inversores que trabajan coordinados para promover la inversión sustentable. Al respecto, se cree que la incorporación de criterios ASG se vincula a la creación de valor de manera inmediata al verse incrementados los ingresos porque los clientes están gustosos de pagar para ser ecológicos; también se genera una reducción de costes, de intervenciones normativas y legales por la protección y respaldo a la inversión sustentable; aumenta la productividad de los empleados al sentirse orgullosos con el proyecto de la empresa, entre otros beneficios.

Por todo esto, es que las empresas han comenzado a interesarse en adoptar esta nueva tendencia, buscando habilitar cambios, instituciones que les permita abordar los desafíos ambientales, lo cual, concuerda con la preocupación de cada vez más inversionistas sobre como las empresas utilizan su dinero, de modo que, si observan que los proyectos no son sostenibles, sabrán que no será atractivo invertir o incluso retirar sus recursos. Finalmente, es muy importante compartir que el enfoque de las ASG es multisectorial e incluye a todos los modelos de negocio. Es cierto que unos sectores avanzan más que otros como el financiero, el de movilidad, el de infraestructura, el de salud, pero independientemente de ello, es una realidad que existe una transformación global en pro de la sostenibilidad, por ello si gustas de mayores oportunidades para atraer inversión, ya sabes el camino.

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