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EL REBOTE DE LA INFLACIÓN

Por: Edith Belmont

Tras la quiebra de Bancos en Europa (Credit Suisse) y EU (Silicon Valley), aumentaron los temores de que se desatara una quiebra masiva y la economía mundial entrara en recesión.

La razón es que muchos Bancos comerciales, para reducir riesgos y no caer en insolvencia, en automático (como si se tratara de un movimiento reflejo), empezaron a endurecer los requisitos para otorgar créditos, reduciendo el monto de los préstamos (aún para clientes VIP), acortando los plazos, exigiendo más garantías y negándose a renovar líneas de crédito a clientes que perciben como en riesgo de caer en moratoria, entre otras medidas.

Por eso ahora (abril 3 que escribimos el presente artículo) expertos y observadores pronostican una grave crisis a corto plazo debido al menor flujo de crédito.

Sin embargo, la Reserva Federal (FED) de los EU no solo redujo el ritmo en el alza de sus tasas de interés (pasando de aumentarla 50 puntos base -ó ptb- en su reunión del 01 de febrero a solo 25 ptb en su reunión del 22 de marzo), sino que también ha inyectado (nuevamente) una gran cantidad de liquidez a los bancos para evitar nuevas quiebras.

Hasta principios de marzo, antes de las bancarrotas, la FED, para combatir la inflación, había retirado liquidez del mercado por -$626,000, el equivalente a -12.5% de todo lo que habían inyectado para amortiguar los efectos de la pandemia (tema que hemos tratado en números anteriores aquí en EMPODERAMIA), de marzo de 2020 a marzo 2022.

Sin embargo, tan solo en la segunda quincena de marzo de 2023, volvieron a inyectar $345,000 millones de dólares para garantizar los depósitos y controlar el pánico. De golpe y porrazo, en solo dos semanas, regresaron la mitad de la liquidez que habían retirado en una economía que todavía está sobrecalentada por la inflación.

Antes de las quiebras y a pesar del retiro de liquidez, todavía había $4.2 billones de dólares circulando más que a finales de 2019, antes de la pandemia. Con el rescate de bancos, ahora son casi $4.6 billones extras.

El problema más grande es que los estadounidenses siguen ganando y gastando una cantidad acumulada demasiado grande como para lograr una inflación de 2%, que es el objetivo de la FED. Actualmente (febrero 2023), la inflación está en 6%.

La consecuencia de ese exceso de liquidez es que el consumo (la demanda), todavía se encuentra por arriba de las posibilidades reales de producción de la economía (de la oferta), lo que genera presión inflacionaria que se acelerará con el monto destinado a rescatar a los bancos.

Nuestro escenario bajo estas circunstancias es que se va a volver a acelerar la inflación en EU. Hacia finales del segundo trimestre de este año (junio) o en el tercer trimestre (julio-septiembre) el índice de precios al consumidor podría volver a acercarse al 9%, que fue el punto máximo que se alcanzó en junio de 2022.

La expectativa de la mayor parte de los analistas es que la FED elevará 25 ptb en su reunión del 3 de mayo y otros 25 ptb en la del 13-14 de junio para elevar su tasa de interés al 5.5%. Pero con un repunte de la inflación, esa expectativa de aumento de tasas se va a quedar corta.

Por un tiempo, el exceso de liquidez canalizado para rescatar a los bancos, seguro volverá a provocar un aumento en el flujo de crédito, alza en las bolsas de valores, cotización de criptomonedas, bienes raíces y crecimiento económico, lo que a su vez reforzará la idea de que es posible un “aterrizaje suave” de la economía; es decir, la creencia de que se puede evitar la recesión y de que ya todo pasó.

Sin embargo, con una inflación rumbo al 9%, la FED tendría que elevar de nuevo sus tasas de interés más adelante para frenar la inflación y tendrá que hacerlo de manera más drástica de lo que ha hecho hasta ahora.

Jalar la rienda con más fuerza para evitar que el caballo se desboque, lo que hacía el cuarto trimestre del año (octubre-diciembre), haría caer a la economía mundial en una recesión más severa de lo que se proyecta en este momento.

La mayoría de los analistas y observadores tienen la creencia de que los $350,000 mdd que inyectó la FED para frenar la quiebra de bancos, se quedarán guardados en forma de reservas para garantizar los depósitos de los ahorradores o para sanear los balances de los bancos. Que esa liquidez se va a quedar en la nube, por lo que no debería provocar presiones inflacionarias. Qué inocencia. La avaricia de los banqueros no tiene límite, tan solo recordemos las palabras de Voltaire (filósofo y escritor francés): “Si alguna vez ve saltar por la ventana a un banquero, salte detrás. Seguro que hay algo que ganar”.

Quienes así piensan y creen que ese dinero será bien utilizado por los banqueros, ignoran la evidencia empírica y la forma real de operar de los mercados financieros: la liquidez es el opio del banquero, y esos excedentes, en su afán por elevar sus ganancias y más en momentos de apuro para ellos, por lo tanto, volverán a reanimar el crédito. Como decía Henry Ford: “Es bueno que la gente no entienda bien cómo funciona el sistema financiero, porque si no, habría una revolución temprano, mañana por la mañana”

La FED, por ejemplo, logró recuperar los depósitos de los bancos pequeños y alejar, de momento, el peligro de quiebra. Esos bancos pequeños quedaron de nuevo rebosantes de liquidez. Y representan aproximadamente el 50% del total de créditos otorgados para inversión residencial, préstamos comerciales e industriales en EU. Con la ayuda de la FED, están de nuevo en condiciones de volver a prestar.

Ese respiro en EU, por lo tanto, traerá también un beneficio para nuestro país, en donde por un tiempo podríamos volver a ver un repunte en exportaciones, remesas y precio del petróleo que reforzarán, otra vez, momentáneamente, la entrada de divisas.

Lo que hará creer que ya todo pasó, que así de fácil lograron parar la caída y recuperar el aliento. Pero lo único que están haciendo es patear el bote, como decimos coloquialmente, el problema es, que mientras más pateen el bote, más fuerte será el golpe más adelante.

Esto ha generado escepticismo entre los empresarios y están cayendo nuevamente en exceso de confianza. Esta película ya la viví.

El 20 de diciembre de 1994 cuando se cayó la economía y hubo una gran DEVALUACIÓN, ya trabajaba con Erick Guerrero Rosas, uno de los analistas más acertados de nuestro país y fue comentarista de TV Azteca durante 24 años. Él, en 1993 escribió un libro (DEVALUACIÓN: ¿El shock del 94?) donde pronosticó con un año de anticipación que venía una depreciación del peso frente al dólar y tiempos difíciles, aunque casi nadie le creyó.

Traigo esto a colación porque ahora, en 2023, detecto el mismo ambiente de exceso de confianza e incredulidad de lo que viene. En aquel entonces como ahora, andábamos por todo el país impartiendo conferencias y asesorías sobre cómo enfrentar la crisis que se avecinaba y recomendando estrategias de protección. Sin embargo, fueron muy pocas las personas que nos hicieron caso y confiaron en nuestras proyecciones. La crisis agarró a muchos con los dedos en la puerta y se perdieron grandes fortunas.

Aún así, parece que no entendimos la lección y hoy, nuevamente, percibo la misma situación de escepticismo, de que no pasa nada y de que se están exagerando las cosas. Un empresario nos comentó que la quiebra de los bancos en EU y Europa en marzo de este año, habían sido eventos aislados. Nada más alejado de la realidad. Aquí en EMPODERAMIA les hemos venido advirtiendo, dando tips de cómo proteger su patrimonio y del panorama de recesión que se avecina.

Nuestro objetivo no es asustar, sino prevenir. Como dice Robert Schiller en su libro Narrativas Económicas: “El objetivo de los pronósticos económicos es actuar en el presente para alertar sobre el futuro, en beneficio de la sociedad… Queremos advertir. La meta no es pronosticar un desastre, sino permitir que se tomen medidas que eviten que ocurra un desastre.”

Si no lo cree, sólo hay que echar un vistazo al pasado, leer un poco de historia económica y podemos darnos cuenta de que es la historia de las crisis económicas y financieras, es la historia de la estupidez humana: los errores se cometen una y otra vez. No hay peor ciego que el que no quiere ver.

Pero como siempre, al tiempo… después de la fiesta de liquidez que nuevamente está provocando la Reserva Federal, tanto en México como en EU, vendrá la resaca y los dolores de cabeza. Aún estamos a tiempo de tomar precauciones y si no, preparen los analgésicos.

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