Facturación electrónica
¿Cómo han evolucionado las empresas en la era digital?
Desde el surgimiento de la obligación fiscal digital en el año 2014 en México, que comenzó para todos los contribuyentes que registraran operaciones superiores a $250,000 pesos anuales, la facturación electrónica ha alcanzado su punto de maduración en el país.
Con la implementación del código de barras en el comprobante fiscal, desde el 2010 inició un cambio que fue parteaguas en las empresas para migrar a la era digital. El Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI) hace referencia a la comprobación de transacciones comerciales realizadas entre comprador y vendedor por bienes o servicios, y obliga a realizar el pago correspondiente a los datos capturados.
Las pequeñas y medianas empresas se resistían a adoptar ese nuevo modelo de facturación porque implicaba llevar una contabilidad más estricta y exigente; por otro lado, con el paso de los años la factura se ha convertido en un factor indispensable de grandes comercios, que han adoptado un modelo en donde la recepción de mercancía sólo se realiza si es acompañada por el envío electrónico de la factura correspondiente.
Desde hace un año, con la entrada en vigor de la versión 3.3 del CFDI, se incorporaron grandes cambios que han apoyado a la estandarización de información a través de catálogos de productos, unidades de medida y régimen fiscal, con el único objetivo de elevar la calidad de la información que recibe el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Esta era digital ha alcanzado al sector de las pymes, impulsándolas a evolucionar para no desaparecer. En la actualidad ya existen compañías especializadas en implementar tecnologías para las empresas, con herramientas digitales que ayudan a agilizar los procesos contables.
A decir de Luis Velasco, Estratega Contable de Aspel, compañía líder en software administrativo: “Hace más de una década, la comprobación fiscal en México evolucionó, incitando a los empresarios a migrar a la tecnología y utilizarla como una herramienta para realizar documentos digitales. Adquirir sistemas para hacer eficientes estas funciones ha sido un cambio significativo en el proceso de evolución”.
De acuerdo con datos presentados por el SAT, al cierre de septiembre de 2018 se habían emitido poco más de 4 mil 976 millones de facturas electrónicas, es decir, se expidieron alrededor de 211 por segundo; el número acumulado de facturas emitidas llegó a las 38 mil 219 millones
Esto también ha sido posible gracias a los sistemas confiables que las empresas utilizan para el envío de información y la correcta emisión de los comprobantes fiscales, ya que se asegura que cumplan con los requerimientos mínimos en cuanto a generación de archivos electrónicos que la autoridad requiere.
Para apoyar a las compañías en el cumplimiento de sus responsabilidades fiscales, sin importar el tamaño de la organización, Aspel ofrece entre su portafolio de herramientas administrativas Aspel COI, que cuenta con una funcionalidad para que los comprobantes se contabilicen de acuerdo con una plantilla, brindando la posibilidad de ahorrar tiempo y evitar errores de captura.
Aspel SAE es el Sistema Administrativo Empresarial que cumple con todas las obligaciones de la factura electrónica 3.3, la emisión del complemento de recepción de pagos y el nuevo esquema de cancelación; además, cuenta con la interfaz Aspel COI para generar de forma automática pólizas de ventas y compras, movimientos de inventario, y cargos y abonos de cuentas por cobrar y por pagar, cumpliendo con todos los requisitos fiscales de la facturación y la contabilidad electrónica.
Hoy, las pequeñas empresas pueden acceder a utilizar este tipo de soluciones tecnológicas sin comprar una suite completa de herramientas, pues es posible utilizarlas en modalidad de suscripción y a costos muy accesibles.
Mediante este tipo de herramientas, las pymes se ven beneficiadas con múltiples ventajas al contar con una solución tecnológica que las ayude a realizar estas operaciones; un medio interno que busca apoyar a las empresas a automatizar procesos, evitar errores de captura, ahorrar tiempo y contar con información en tiempo real que les permita tomar mejores decisiones.