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Empoderamiento financiero-Parte II

Por: Vianney Fragoso

Hace ya muchos años se estaba construyendo una catedral. Un hombre, siguiendo la costumbre más perpetuada en este país, pasó por las obras para ver cómo otros trabajaban. Y allí se encontró con tres maestros canteros que, cincel en mano, estaban trabajando la piedra para construir el templo.

Se acercó al primero y le preguntó qué es lo que estaba haciendo. La respuesta fue contundente y malhumorada:
Pues es bastante evidente, ¿no? Aquí picando esta piedra con la solana que hace… y con la sed que yo tengo. ¡Y lo que me queda aún! Por no hablar de lo que me fastidia el capataz por aquí de paseo, sin dar un palo al agua. A mí también me gustaría ser capataz…
Al acercarse al segundo cantero, esto fue lo que le dijo sin apenas mirarle a la cara:
Pues aquí ando haciendo lo que me han mandado. Tengo mujer y cuatro hijos, ¿sabe?, así que toca obedecer para poder llevar el pan a casa.
Al acercarse al tercero, comprobó que este trabajaba con un entusiasmo inusitado. Al hacerle la misma pregunta que a los dos anteriores, este le respondió con satisfacción y orgullo:
¿Qué, qué estoy haciendo? Acaso no lo ve caballero: UNA CATEDRAL.[1]

El sistema reticular activador ascendente (SRAA) es el que nos permite, gracias al sesgo cognitivo de la atención focalizada[2], seleccionar del total de la información que en forma continua perciben nuestros sentidos aquella que es importante o relevante para nosotros. Por eso, si al salir al mundo laboral o de los negocios no has previsto lo que quieres, terminas siendo el medio para que otros alcancen sus fines.

“La buena noticia es que tienes la capacidad de cambiar, o crear lo que quieras en tu vida a partir de ahora. No estoy diciendo que no tendrás que esforzarte para conseguirlo, pero podrás atraer con facilidad y rapidez lo que sea que quieras en la vida, convirtiéndote así en la persona que es capaz de hacerlo”, como lo refiere Hal Elrod, autor de las Mañanas Milagrosas.

Justo es este autor quien nos comparte también una estadística que sobresalta: solo 5 de cada 100 estadounidenses alcanzan la libertad financiera; es decir, tienen garantizado un ingreso mensual vitalicio que les permite conservar su nivel de vida hasta el fin de sus días. Y “este tipo de vida no ocurre porque sí. Se tiene que diseñar.”

De acuerdo con este autor, una de las causas por las cuales el 95 por ciento de la población en Estados Unidos vive una vida mediocre es por lo que él llama el “Síndrome del Espejo Retrovisor (SER)”; es decir, la mayoría de las personas acota su potencial actual a través de las limitaciones de su pasado.

A causa de ello, cuando veas la cifra anual de dinero requerida para cubrir tu estilo de vida, puede que te parezca imposible porque tal vez nunca has ganado esa cantidad de dinero; o quizás, pienses que se trata de una ilusión, pues nadie en tu familia ha ganado tanto.

“Si quieres dejar atrás el pasado y superar tus limitaciones, tienes que dejar de vivir con tu espejo retrovisor y empezar a imaginar una vida de posibilidades ilimitadas. Acepta este paradigma: mi pasado no es mi futuro.”[3]

Vale en este punto referir la receta de un exfuncionario de Disney, quien en su momento tuvo a su cargo la distribución de las películas de dicha compañía en América Latina.

La fórmula consiste en obtener tu cifra meta y luego dividirla entre 12 meses. El resultado lo divides entre el número de horas promedio que tienes previsto dedicar a tu actividad creativa por mes. De esta manera conocerás el valor de tu hora de trabajo, y luego, será muy recomendable llevar un registro o bitácora en la cual consignes cuántas horas dedicaste a cada obra. Así, poner el precio de un proyecto, un servicio de consultoría, una obra artística o un diseño arquitectónico será sencillo.

Esta estrategia, también te ayuda a realizar tu planeación, pues con certeza sabrás cuántos clientes necesitas obtener o cuantos productos debes vender para alcanzar tu meta financiera. Es muy útil también para las personas que realizan ventas por catálogo, toda vez que de esta manera sabrán cuál es el monto mínimo de venta por día. Este dato les servirá a su vez para perfilar de mejor manera a sus prospectos, debido a que no se trata de trabajar muchas horas, sino de lograr lo que nos proponemos en el menor tiempo posible.

¿Y si soy asalariado?

Durante la mitad de los años que trabajé en el servicio público federal, tuve a mi cargo la realización de entrevistas para seleccionar al personal de las áreas en las que colaboré. Una pregunta que nunca podía faltar era: “¿Cuánto quieres ganar?”. Las respuestas fueron siempre diversas. Algunos se sorprendían; otros daban números al azar y los menos, respondían con una cantidad exacta, sin compartir cómo habían llegado a ella.

Sería interesante realizar un estudio para conocer qué proporción de personas se presentan a una entrevista o salen a buscar trabajo con una cifra clara en su mente. Al igual que en el campo de los negocios, es evidente que una proporción elevada de trabajadores no lo hacen y se contratan en ocasiones por salarios inferiores a sus necesidades. Comienza entonces la espiral del endeudamiento, o “la carrera de la rata” en palabras de los esposos Kim y Robert Kiyosaki: se endeudan para pagar y trabajan para pagar deudas…
No faltarán las voces que dirán que no hay trabajo, no hay dinero y la realidad es que no hay enfoque.

¿Qué hay de la calidad?

Ya hemos comentado algunas pautas de orden cuantitativo; sin embargo, el precio de tu trabajo o de tus productos terminan por ponerlo tus clientes a partir de la experiencia que viven contigo.

Y considera, por un momento, ¿cuáles son los productos que prefieres consumir, los lugares que frecuentas? Vuelves a donde te trataron bien, donde recibiste un extra. Desde una sonrisa hasta un descuento. La realidad es que no todo se trata de dinero. Es claro que recibimos en la medida que damos. Que se cosecha luego de haber sembrado.
Entramos entonces en los campos de la responsabilidad y el compromiso.

Si quieres ganar lo que nunca antes has ganado, tienes que ser la persona que nunca antes has sido. ¿Eres irresponsable? Da el salto al menos a responsable.

¿Ya lo eres? Da el extra.
En la próxima entrega hablaremos sobre las finanzas en la empresa, pues como gestionas las personales impactará también en tu negocio, en el cual debes considerar una serie de aspectos adicionales.
Hasta entonces.


[1] Fernández Álvarez, Lorena. “Los tres canteros”, El Blog de Loretahur, disponible en http://blog.loretahur.net/2009/06/los-tres-canteros.html Consultado el 10 de junio de 2023.
[2] En la edición 40 de Empoderamia puedes consultar más información sobre los sesgos cognitivos, p. 74
[3] ELROD, Hal. Mañanas milagrosas, p. 40.

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