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Las 7 reglas del éxito empresarial-Parte II

Por: Everardo Cisneros

Reflexión.
生きがい
“Ikigai, todo mundo tiene uno, solo explora tu interior, encuentra y fluye”

REGLA #2. ENCUENTRA TU IKIGAI CORPORATIVO.

El éxito de los negocios depende de aquellos principios y creencias que guían la toma de decisiones de los líderes en la corporación. En México, conforme a datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la esperanza de vida promedio de las nuevas empresas oscila entre 7 a 9 años, el 30% de estas no llega a su primer año comercial, y el 60% logra apenas un lustro de actividad, por lo que solo casi un 10% sobrevive y se mantiene.
Frente a esta estadística y realidad se encuentra la filosofía corporativa, la cual ha ganado importante terreno en la última época, como un estilo y forma en que las empresas pueden actuar y evolucionar. Dentro del universo de filosofías que se pueden aplicar al ámbito empresarial, destaca la japonesa, en especial la denominada como “IKIGAI”. Estos principios o directrices, en conjunto, forman uno de los grandes secretos corporativos que orientan a más de una decena de empresas internacionales, tales como; “Toyota”, “Sony”, “Mazda”, e incluso a líderes de la talla de Steve Jobs.
Seguramente amable lector se está preguntando ¿Qué es el ikigai?, ¿Dónde nació?, ¿Para qué sirve?, y sobre todo ¿Por qué resulta tan importante para tener el éxito empresarial? De acuerdo con las investigaciones realizadas por el prestigiado filólogo, escritor y periodista Francesc Miralles (García, 2016), los habitantes de una comunidad llamada Ogimi, en Okinawa Japón, son considerados como los más longevos del mundo, de ahí su título de; “Centenarios del mundo”, quienes al ser estudiados para explicar las razones por las cuales vivían mucho tiempo, concluyó que más allá de la alimentación, el medio ambiente o el clima, existe el “ikigai”, lo que se puede traducir en nuestro entorno y lenguaje occidental como “Sentido de vida, o la razón de vivir”. En este contexto, el sentido de vida enfocado en el ámbito corporativo se refleja en cuatro acciones básicas, respecto al ser, al hacer, al estar y al tener, es decir, en una escala de valores con los cuales se logrará conseguir la realización del negocio y su maximización.
Así, el sentido de vida empresarial representa un canal o foco de mayúscula importancia, dado que es el alma que guiará a la organización desde el inicio y hasta su posición en el mercado local o global con base en la mejor toma de decisiones. Pero, ¿Cuáles son los elementos o factores que pueden prolongar la vida empresarial, e incluso mejorar su calidad? Medularmente son cuatro; profesión, vocación, misión y pasión mismos que formanla filosofía ikigai”, y que se representan con el siguiente diagrama de Venn.

El primer elemento es la profesión, es decir, de aquella actividad concreta a la cual se dedica la empresa derivada de un saber o experiencia en un ramo económico determinado, en virtud del cual se establece una forma o medio de vida y por la cual genera sus ingresos. Sin embargo, cuando dicha labor se genera con un sentido más allá del dinero, da lugar al nacimiento de la vocación.
Es así como este segundo elemento, vocación, se define como el llamado para hacer determinada actividad, bajo el marco de la “inspiración, de un sentido o propósito especial”, lo que justifica plenamente su existencia y le da una posición social muy especial, que fortalece naturalmente la relación empresa y colaboradores.
De acuerdo con Ortega y Gasset; “Toda persona debe tener un proyecto de vida”, en otras palabras, la vida debe estar dedicada a algo en concreto, verbigracia a una empresa, pero esta debe ser visionaria de algo más que dinero, pues desde hace ya buen tiempo las grandes empresas, fijan su atención en propósitos más elevados, como ayudar a mejorar las condiciones de vida de las personas, incluso de comunidades enteras, ejemplos contundentes de estos propósitos (filosofía) son BBVA, quien desarrolla tecnología sostenible para dar la posibilidad de hacer nuevas formas de negocios, o bien, Nestlé que hace puntual énfasis sobre la calidad de vida y salud de las personas, esto es la vocación, el sentido o propósito empresarial.
Esta vocación se ve reflejada en la identidad y cultura organizacional de la empresa en la que participan activa y positivamente todos los involucrados. Cuando estos ingredientes se armonizan, entonces llega la denominada misión.
La misión, como tercer elemento del “ikigai” para las empresas, es el cúmulo de objetivos que fija la organización para prosperar, sintetiza los motivos o razones de su existencia y que serán la directriz de todos los integrantes de la organización. Estos objetivos deben ser de un impacto social o específico muy alto, pues hoy el mundo se cambia con (startups) pequeñas, medianas y grandes empresas.

“Entonces, cuando se junta la vocación con la misión, da lugar a aquello que el mundo necesita”.

El último elemento, es la pasión, que es el intenso deseo de los líderes de la organización para lograr la misión u objetivos empresariales, en concreto es un enorme motor que ayuda a perseverar, incluso frente a contingencias u obstáculos de gran envergadura, es la determinación que permite alcanzar las metas y rutas trazadas. Por supuesto, cuando el empresario o colaborador hace algo que le gusta, el binomio mente – cuerpo se conectan en uno solo ente, y fluye o micro fluye, el “ser”, como un takumi (artesanos japoneses) que es capaz de hacer un tornillo de metal a mano, con una excelsa precisión y que ningún otro puede lograrlo, por lo que es inigualable.
De la filosofía del ikigai, se pueden desprender un sinfín de reglas de aplicación práctica y directa al ámbito corporativo, pero para efectos del presente, se deja en poder del lector las siguientes siete máximas:

  1. Mantener la empresa siempre en actividad con aquello que se ama y se sabe hacer (pensar en aquellos grandes empresarios que nunca se “jubilan”, y que siempre aportan algo a la humanidad).
  2. Tomar las decisiones y acciones con absoluta calma, esto ayudará a realizar la mejor elección para la empresa.
  3. Convertirse en un takumi (artesano) 匠
  4. Fluir y micro fluir con cada tarea
  5. Cultivar nuevas amistades del ramo empresarial y de los diversos que sean convergentes, lo que hoy se llama networking
  6. Sonreír. La actitud entre compañeros, sin distinguir un escalafón, gesta en sí una terapía, libera estrés y ayuda a la mente y cuerpo a reconectar con el trabajo.
  7. Encuentra tu IKIGAI

En síntesis, cuando la empresa responde a las interrogantes; ¿Por qué estamos?, ¿Para qué estamos? y ¿Por qué el cliente nos tiene que elegir?, entonces es necesario saber – con cabal consciencia – que aquello que la empresa hace, lo debe hacer con un sentido, y cuando este se da, es porque está motivada, y si lo está, es porque lo hace con pasión, justo ahí está el talento que debe crecer con especial cuidado en la organización, solo así se reflejará un solo resultado, una sola palabra.
¡Éxito!

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