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Simplemente…Guerrero

Así, simplemente…Guerrero, mi Guerrero, mi Acapulco, el que viví de niña, donde me eduqué, me enamoré y canté “La Rama” ¡ajá!  Ahí, comí “chicatanas” y pozole blanco, verde o rojo en un riguroso jueves. Hoy les contaré qué onda con “La Rama”, lo sabroso de las chicatanas y haré que saliven con el pozole estilo Guerrero.

Naranjas y limas

limas y limones

más linda es la Virgen

que todas las flores, etc…

Ahora sé que esta cancioncita navideña viene de Veracruz, pero en Acapulco la cantan los niños desde hace más de 80 años. Yo la aprendí de Mario, no hace 80 años, digamos unos bastantes menos.

Mario era un muchacho de la Costa Grande (norte de Acapulco) donde no dicen ¡ajá! Sino ¡arajo primo!  Él venía de Tierra Caliente, (parte de Guerrero que colinda con el Estado de México y Michoacán) le apodaban “el negro cambujo” mi amigo incondicional, nuestro jardinero, alberquero, alcahuete, guarura con machete, de él aprendí “La Rama” y degusté las chicatanas.

Cada navidad, buscábamos una rama seca, nos íbamos al cerro con su inseparable machete negro a la cintura, prestos a cortarla y ya en casa la adornábamos con bolitas de algodón, lentejuelas, a veces esferas, canicas…con lo que guste usted y felices y contentos, descalzos por supuesto, salíamos a pedir dulces a la calle, o a la playa, el dinero también era bien recibido y con el calor que hacía, servía para pagar una fría y deliciosa “Yoli” ¿han probado ese refresco? Es lo máximo, nació en Acapulco y ni el Seven-up o el Sprite le llegan a los talones. Ya en la calle, a veces intercambiábamos dulces con otros “rameros rivales”, en una tarde podría haber cualquier cantidad de ellos y por ende los dulces se agotaban. Esta tradición de Acapulco aún perdura en los reales acapulqueños.

Otra cosa era comer chicatanas. Mario, por supuesto Mario ¿quién más? Clandestinamente obtenía una salsa verde o Búfalo y una buena cantidad de masa de maíz y sal gruesa de la cocina, luego ya lista una lata grande sin tapa, como de 25 litros y vacía, le metía leña y prendía fuego, todo esto sucedía en la parte más alejada de mi mamá. 

Posteriormente íbamos al nido de las hormigas rojas, había muchos en el jardín y con una manguera, le vertíamos agua hasta que salían, entonces las atrapábamos y se asaban en el comal improvisado, por un lado y, al mismo tiempo, se cocinaban las “memelas” tortillas de maíz recién hechas, como de medio centímetro de espesor, hechas por… ¡Mario! qué taco tan sabroso con la salsa verde decomisada.

A veces pagábamos un precio alto por estos tacos, una mordida de las hormigas era fea, dolorosa e incluso, si era de las grandes, te arrancaba la piel. En época de aguas, era más fácil y menos peligrosa la confección del manjar, pues las pobres salían sin necesidad del mangueraso y era más cómodo quitarles las alas sin la tradicional mordedura ya que su estatus era haber pasado a mejor vida.

Un clásico … El pozole

Esto es muy aparte señores. Hay pozole en muchas partes del país, pero como el de Guerrero no. Incluso en el mismo Guerrero, cuesta decidir cuál es mejor, si el de Chilpancingo, el de Acapulco, Tixtla, la colonia Progreso o Doña Pachita.

El nombre náhuatl del pozole, pozolli, significa espumoso

Para hacer un pozole chico, como para 6 personas (ya te puse a trabajar) necesitaras:

Ingredientes

1 kilo maíz (cacahuazintle)

1/4 kilogramo de carne maciza de cerdo

1/4 kilogramo de costilla de cerdo

1 codillo en trozos

1 manita de cerdo

1/2 cabeza de cerdo en trozos

1 cabeza grande ajos pelados

Para servirlo

1 lechuga romana en juliana (tiritas)

1/2 cebolla picada para servirlo

4 rabanitos rebanados muy delgados

2 aguacates en tiritas

½ kilo de chicharrón de cerdo (no de bolsa)

1 tamal en hoja de plátano relleno de cerdo en salsa verde

1 chile jalapeño asado relleno de atún

2 limones

Al gusto, chile piquín en polvo

Al gusto, orégano y muchas tostadas

Taquitos muy delgados de pollo

Queso fresco

Bien fácil de cocinarlo…

  1. Se muele la cabeza de ajos con la cebolla y un poco de agua.
  2. En una olla bastante grande se pone el maíz con bastante agua, lo hierves por media hora con la cal viva (tequesquite, por kilo 2 cucharas soperas de cal), y estará listo, cuando al frotarlo con tus dedos se desprende fácilmente la cáscara, se dice que “reventó la flor”, esperas con mucha paciencia a que se enfríe y lo enjuagas varias veces hasta que el agua salga limpia muy limpia.
    No te asustes si sale espuma al hervirlo, es normal, el cacahuazintle hace eso, sacar espuma.
  3. En una olla con suficiente agua pones el molido de ajo y cebolla, ahí mismo se integran todas las carnes, se tapa y se deja hervir.
  4. Se sacan las carnes que deben estar bien blandas y hasta entonces se sazona con suficiente sal y un poco de consomé de pollo en polvo solo para intensificar el sabor.
    Las carnes se deshebran o se cortan en cuadritos pequeños.
  5. Al momento de servir en un tazón de cerámica, se agregan las carnes surtidas o sea de todos los tipos y mucha.
  6. En la mesa pones fuentes con la lechuga, cebolla, rabanitos, aguacate, chicharrón, orégano, chile piquín, el tamal, limón, el chile relleno de atún, los taquitos, el queso y las tostadas.
  7. Sepan que el maíz cacahuazintle o maíz pozolero, se remoja en mucha agua no menos de 6 horas

El tamal es idéntico a un tamal oaxaqueño, pero como de 125 gramos y el atún de lata, solo lo sofríes con cebolla finamente picada en aceite de cocinar.

Las tostadas, son tortillas normales de maíz fritas a medio dorar.

Y ahora, corre y compra los ingredientes, si nunca lo has hecho, inténtalo y cuando lo estés disfrutando con tu familia, amigos, enemigos… que en el momento de que lo prueben dejarán de serlo, acuérdate de Acapulco, su mar de ensueño, arenas doradas y sobre todo su gente, eso es Acapulco, Guerrero.

Para terminar, si vas allá y te toca el tradicional “jueves pozolero”,  que no puede faltar en tu vacación… y tienes suerte, tu pozole lo amenizará el “Chile frito” no, no es un picante, es una banda de música con instrumentos de viento, tambora y metales, especialistas en hacer mucho ruido, no siempre con un docto arreglo musical, pero estos sencillos músicos no pueden faltar en los eventos importantes, como en una boda, al final de un bautizo y por supuesto en el velorio del vecino querido por el pueblo, ahora, en el jueves pozolero tradicional, esta banda puede hacer su aparición de sorpresa y tocará un tachún, tachún muy singular, de una melodía que jamás has escuchado a menos de que seas de Guerrero.

Y puede que te toquen la tonada de una canción más vieja que el caldo, que escribieron “Los Panchos” una canción festiva, “El burro socarrón” que las costas de Guerrero lo tomaron como propia hace más de 50 años y dice así:

Yo tengo un burro socarrón
que no le gusta trabajar

Y si lo ponen a cargar
se tira al suelo a descansar

Pues este burro es un campeón cuando se pone a enamorar

Y si una burra ve pasar
para las orejas y empieza a rebuznar

Coro:

Aya yai aaaaa #$%&!*

Aya yai aaaaa #$%&!*

Cuidado el burro se soltó y a una burra enamoró

Y si una burra ve pasar para las orejas y empieza a rebuznar

Aya yai aaaaa #$%&!*

Aya yai aaaaa #$%&!*

Interpreta a tu fino gusto el #$%&!*  pura picardía mexicana. Aquí aparece mi correo para que me invites a comer tu pozole y ¡claro que iré!

¡Buen provecho!

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