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El miedo, la otra pandemia

Por Edith Belmont
Directora de eventos de Belmont Estudios Económicos para el Empresario S.C
bestudioseconomicos@gmail.com

¿Quién no ha sentido miedo alguna vez en su vida? Todos hemos sentido esa sensación paralizante que produce el miedo, pues es una emoción normal y natural en muchos animales, incluidos nosotros, los seres humanos.

Estamos viviendo momentos dificiles, momentos de emergencia. Estamos enfrentando una situación que no se vivía hace muchos años y que está afectando a todo el mundo. Una pandemia que, hasta el momento, no sabemos cuál será el daño final que provocará en la población mundial.

Hasta la fecha, las 5 pandemias más letales han sido, por este orden: Viruela, Sarampión, la mal llamada ‘gripe española’ de 1918, la peste negra, y el VIH. En concreto, el más letal de los virus hasta la fecha ha sido el ‘Variola virus’ y se calcula que mató a 300 millones de humanos, aparte de dejar numerosas personas con la piel marcada.
Es por eso que ahora más que nunca cobra mayor importcia entender y comprender lo que es el miedo, para que no forme parte de nuestra vida y nos lleve a una situación de caos, para que el miedo no nos mate y se convierta en la otra pandemia.

Voy a relatar una fábula sobre la peste que apareció publicada en el periódico Reforma el 2 de mayo del 2009, cuando nos enfrentábamos a la epidemia AH1N1 más conocida como “Influenza” para dejar mas claro el efecto que podría provocar el miedo:

Iba la peste camino a Bagdad cuando se encontró con un peregrino. Él peregrino le preguntó: “¿A dónde vas?
“A Bagdad a matar a 10,000 personas”
Después de un tiempo, la peste volvió a encontrarse con el peregrino, quien muy enojado le dijo:
“Me mentiste dijiste que matarías a 10,000 personas y mataste a 100,000”
“Yo no te mentí, maté a 10,000, el resto se murió de miedo”

El miedo es un sentimiento que nos agarra de las entrañas y se guarda en lo más profundo de nuestro ser en el momento mismo de nacer. Desde que dejamos el vientre de nuestra madre, nuestro lugar seguro, enfrentamos el miedo: miedo a lo nuevo, a lo desconocido…a la vida.

Como decía de una forma muy cruda pero cierta Thomas Hobbes en su libro LEVIATAN: “El día que yo nací, mi madre parió dos gemelos: yo y mi miedo”.

El miedo es un mecanismo que nos ayuda a adaptarnos al entorno y a sus peligros. Su función es la de protegernos ante situaciones de riesgo. El miedo se activa cuando detectamos o creemos detectar una amenaza.

En estos momentos, nos sentimos amenzados, aparece en nosotros ese sentimiento de defensa al sentirnos en riesgo, en presencia de un peligro real: “El Coronavirus” o COVID-19 y el miedo se ha apoderado de nosotros.

Como decía el famoso cinesta Woody Allen: “El miedo es la pareja más fiel que he tenido en toda mi vida…jamás me ha abandonado para irse con otro”.|
La expresión máxima del miedo es el terror, y ahora muchas personas han entrado en pánico, lo vemos en las compras compulsivas que hacen en los supermercados, se han resguardado en sus casas y han abandonado sus actividades por miedo, porque se sienten amenazados, en riesgo ante un peligro real.

No es malo sentir miedo, como lo comentaba, es un sentimiento natural en el ser humano, lo malo es dejar que ese miedo nos domine y actúe por nosotros.

El miedo nubla la razón, paraliza, no nos deja pensar y actuar con sensatez


Como dice Daniel Goleman en su libro: La Inteligencia Emocional: “En un sentido muy real, tenemos dos mentes, una que piensa y otra que siente. Estas dos formas interactúan para construir nuestra vida mental…pero cuando aparecen las pasiones, la balanza se inclina: es la mente emocional la que domina y aplasta a la mente racional”.

O como escribió Miguel de Cervates Saavedra en El Quijote: “Uno de los efectos del miedo, es turbar los sentidos”.

Aquí lo importante, el primer paso para superar el miedo y que no se convierta en nuestro principal enemigo, es aceptarlo y enfrentarlo. Como dice Jean Delumeau en su libro El Miedo en Occidente: “La palabra miedo esta cargada de tanta vergüenza, que la ocultamos. Sepultamos en lo más profundo de nosotros un miedo que se nos agarra a las entrañas”.

Yo, en este momento, tengo miedo, y no me da pena aceptarlo
Al encender la radio, el televisor, entrar a internet, a las redes sociales y encontrar tantas malas noticias, ver las estadísticas con el número de contagios y decesos a nivel mundial, el golpe económico que ésto está provocando en los bolsillos de las familias, de los empresarios, de los países; me lleno de pánico, de terror y me embarga el miedo, porque me siento vulnerable, siento en riesgo a mi familia.

Lo clave aquí es comprender que enfrentar el miedo es difícil, pero es mucho más difícil vivir con él, por eso hoy te quiero invitar a que venzas el miedo para que no se convierta en la otra pandemia.

Bien decía David Fishman: “El miedo es la emoción más difícil de manejar. El dolor lo lloras, la rabia la gritas, pero el miedo te atrapa silenciosamente en tu corazón”

Te invito amiga y amigo lector a que te quites de encima el miedo, lo aceptes, lo enfrentes, lo superes y tomes acciones para que no viva en ti, en tu hogar, en tu familia.

Es importante que tus sueños sean más grandes que tus miedos

Encontré algunas recomendaciones que quiero compartirte:

  1. Haz algo, cualquier cosa. El miedo se alimenta de la inacción.
  2. Toma decisiones. Abandona la creencia de que no puedes decidir hasta que estés seguro del resultado. El miedo se alimenta de la indecisión.
  3. Imagina lo peor que podría suceder y decide que harías si efectivamente sucediera. El miedo se alimenta de lo desconocido.
  4. Imagina lo mejor que podría suceder y como te sentirías si efectivamente sucediera. El miedo se alimenta de las sensaciones de poca valía.
  5. Di: “Cualquier cosa es posible”, en vez de: “Esto no es posible”. El miedo se alimenta de las sensaciones de imposibilidad.
  6. Piensa en positivo. El miedo se alimenta de la negatividad.
  7. Busca la verdad, infórmate de fuentes reales y seguras. El miedo se alimenta de mentiras.
  8. Inhala aire en lugar de contener tu aliento. El miedo se alimenta de la asfixia y el ahogo.
  9. Acepta los errores, en vez de pretender que no te equivocas. El miedo se alimenta del perfeccionismo.
  10. Da un paso hoy en vez de esperar a correr mañana. El miedo se alimenta de esperar el momento adecuado.

Así es que, amigas y amigos, como decía Nelson Mandela: “Aprendí que el coraje no es la ausencia del miedo, sino el triunfo sobre él. El hombre valiente no es aquel que no siente miedo, sino el que conquista ese miedo”.

Somos la mujer, la madre, la esposa, el mástil del barco y de nosotras depende que siga a flote, somos el ejemplo de nuestros hijos, enseñémosles pues, no a no tener miedo, sino a superarlo.

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