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Energías limpias, clave para detener el cambio climático e impulsar el desarrollo económico en México

Por The Climate Reality Project

El próximo 24 de octubre se celebrará el Día Internacional contra el Cambio Climático. Con el fin de sensibilizar a la población mundial sobre los catastróficos efectos del calentamiento global. Sin embargo, este año hay poco que celebrar porque la mayoría de los países; que se comprometieron a limitar el incremento en la temperatura del planeta por debajo de los 2°C; y a realizar acciones para no rebasar los 1.5ºC, están muy lejos de cumplir con los compromisos pactados en el histórico Acuerdo de París; que este año celebra su quinto aniversario.

La mayoría de los países, incluido México; no cumplirán con sus metas en reducción de emisiones. A pesar de que las consecuencias que genera el calentamiento global; provocado principalmente por la quema de combustibles fósiles a nuestro planeta cada vez son más evidentes. Muestra de ello es que la Organización Metereológica Mundial advirtió que; la última década fue la más calurosa de la que se tiene registro y las concentraciones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), siguen en aumento. Es un hecho que las emisiones contaminantes producidas por la quema de combustibles fósiles; aunado a los incendios forestales, alcanzaron un máximo histórico en 2019. Son 62% más altas que el registro en 1990.

En México, la generación de energía es la segunda fuente de gases de efecto invernadero, sólo por debajo del sector transporte. En 2015, las emisiones de ese sector fueron iguales a lo que capturaron 10 mil árboles adultos[1]. Esto se debe a que en el país, apenas un 23% de la electricidad proviene de tecnologías limpias y menos del 10% es de fuentes renovables como el aire o el sol a pesar de ser mucho más barato producir energía de esta forma[2].

Es claro que nos encontramos en un momento decisivo para lograr una transición energética que favorezca la salud pública, ambiental y hasta económica. Sin embargo, seguimos estancados explotando combustibles fósiles (carbón, gas natural, combustóleo) como fuente principal de electricidad en el país; a pesar de saber que son finitos y altamente contaminantes y que existen alternativas más económicas, saludables y justas como las energías renovables.

Está comprobado que es factible satisfacer la demanda global de energía por medio de fuentes más limpias; pero para ello el sistema energético mundial debe realizar una profunda transformación y priorizar este tipo de tecnologías como fuente principal de generación energética. Para alcanzar los objetivos establecidos en el Acuerdo de París, la producción de energía renovable debe aumentar seis veces su ritmo actual para 2030.

La buena noticia es que tenemos las soluciones a la mano. La ubicación geográfica de México; permite obtener la cantidad necesaria de sol y aire para implementar el uso de energías renovables de forma ilimitada y sin interrupciones. El 85% del territorio nacional tiene una irradiación solar óptima; prueba de ello es que la energía solar ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos siete años; de generar 70 megawatts (MW) a más de 5,700 MW hasta el 2019.

En 2013 se instalaron las primeras dos centrales solares. Hoy día ya existen 69 en 18 estados de la República; incluyendo la central solar más grande de América en Viesca, Coahuila con una capacidad de 843 MW. Esta central produce aproximadamente 5.4 kilowatts por hora. La inversión de esta planta fue de 649.27 millones de dólares; y se instalaron 3 millones de paneles solares en una superficie de 2,700 hectáreas con el objetivo de generar 1,700 gigavatios por hora al año.

Producir energía solar es hasta 50% más barato que hacerlo por medio de carbón o centrales de ciclo combinado; mientras que las carboeléctricas que cuestan 1.11 por kWh, la energía solar cuesta 0.42 pesos por kWh. El bajo costo se debe a una tendencia global en impulsar el aprovechamiento de recursos naturales para mejorar la calidad de vida de las personas.

La instalación de paneles en techos de casas, comercios y fábricas también se ha multiplicado; el primer contrato de interconexión a la red se realizó en 2007 y actualmente existen alrededor de 130 mil instalaciones en todo el país.

La Asociación Mexicana de Energía Solar destaca que la energía solar a nivel nacional significa un ahorro de un millón 43 mil toneladas de dióxido de carbono, el equivalente a plantar más de 77 millones de árboles o manejar 225,333 autos durante un año completo.

Si se continúa con el impulso y crecimiento de la energía solar, en dos años México podría ubicarse dentro de los cinco países con mayor generación solar en el mundo. En la actualidad, se cuenta con una inversión privada de aproximadamente 8 mil millones de dólares en este tipo de proyectos.

En cuanto a energía eólica en México, se espera incorporar más de mil 200 megawatts de capacidad instalada, lo que se traduce en inversiones de entre mil y mil 300 millones de dólares. Este tipo de proyectos se encuentran presentes en 14 estados de la República, como Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, Jalisco, Yucatán, San Luis Potosí y Zacatecas, entre otros.

A pesar de ello, gran parte de nuestro país enfrenta dificultades para tener acceso a la energía. Pero gracias al desarrollo tecnológico que han alcanzado las energías limpias, hoy se puede lograr que hasta las poblaciones más pequeñas y aisladas puedan ser autosuficientes, que generen su propia energía, la puedan utilizar de manera eficiente e inclusive disminuyan los costos de distribución y el subsidio que brinda el gobierno.

Las energías limpias son fundamentales para la reactivación económica, pues son un motor que favorece el crecimiento gracias a las numerosas oportunidades laborales que ofrecen y son una importante alternativa para aliviar el problema de desempleo que se ha agravado por la actual pandemia; tan sólo en 2018, la industria de las renovables generó 11 millones de empleos a nivel mundial, según un estudio realizado por International Renewable Energy Agency (IRENA).

Existen datos que demuestran que en cuanto a la generación de energía eléctrica se refiere, a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) le cuesta 40% más dinero que a los productores privados y 200% más que los costos de generación de los proyectos de energía renovable, pese a ello la CFE únicamente compra el 8% del total de su energía de fuentes renovables. Actualmente, la demanda nacional de energía al año es de 318 mil gigawatts por hora. Si México cumpliera con las metas establecidas en el Acuerdo de París, la CFE tendría ahorros por 80 mil millones de pesos, lo que daría un gran respiro a las finanzas públicas, pues en los dos últimos años, esta paraestatal ha acumulado pérdidas por más de 156 mil millones de pesos y o este año ya se contabilizan pérdidas por 42 mil millones de pesos, tan sólo en el primer semestre.

Desde el punto de vista financiero, los proyectos en energías renovables también son más atractivos y rentables para los mercados internacionales; de acuerdo con la Carbon Disclosure Project (CDP), las compañías que implementan estrategias de sostenibilidad y gestión de cambio climático tienen mejor rendimiento financiero, como retornos sobre la inversión de hasta 67%, comparadas con aquellas empresas que no asumen este liderazgo.

La instalación y la tecnología que utilizan las energías renovables para funcionar, son de bajo costo, eso se debe a que los materiales tienen gran rendimiento, lo que permite que se tenga acceso a la energía sin ninguna interrupción y sin costos extras, lo que las hace mucho más atractivas a diferencia de las energías tradicionales. Su crecimiento seguirá incrementando, se prevé que para el año 2022 haya un aumento del 13.8%.

La crisis climática que enfrentamos requiere de la acción urgente de todos los actores de la sociedad para exigir una transición energética sostenible que permita que todas las poblaciones tengan acceso a energías limpias ellas. Debemos luchar por el futuro que queremos, nuestro planeta ya no puede esperar más. Las consecuencias de no actuar a tiempo arrastrarán al mundo a una catástrofe climática nunca antes vista.

Cualquier persona interesada en conocer más sobre las energías renovables, el cambio climático, así como las posibles soluciones ante la mayor amenaza que enfrentamos como humanidad puede solicitar una plática gratuita en las redes sociales de Climate Reality Project @ClimateLatino para sus amigos, vecinos, familiares, empresas o universidades. El mundo está en una carrera contra el tiempo para resolver la crisis climática, es momento de tomar acción inmediata.

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