La razón al servicio del liderazgo: claves para gobernar con eficacia
Por: Arturo Cruz Cabrera
Dirigir hacia el éxito implica tomar decisiones valientes y mantenerse enfocado en el camino, incluso ante los desafíos más grandes.
Gobernar con eficacia implica tener la capacidad de liderar y tomar decisiones que generen un impacto positivo en la sociedad. Para lograr una estabilidad y un balance entre el plan de acción, las posibilidades y los hechos, por lo general será un trabajo en colectivo, es decir, quien gobierna, su equipo y quienes son gobernados. No obstante, en una sociedad siempre nos enfrentamos a problemáticas que son importantes mencionar para trabajar en ellas:
Una problemática de los nacientes gobiernos democráticos, en los ámbitos nacional y local, es consolidar la democracia política o electoral, y después asegurar la capacidad requerida —arreglos formales— para demostrar una eficiencia, capacidad y coherencia para gobernar con mecanismos democráticos. El débil rendimiento de los gobiernos democráticos ofrece las condiciones para que los empresarios o los partidos políticos aíslen o focalicen los bienes públicos al grueso de la sociedad. Así, la gobernanza se nutre de libertades positivas y las dignifica; sin embargo, se requiere de un gobierno como instancia de conducción social que amalgame al capital social y limite las libertades negativas.
(Espejel Mena, J., Flores Vega, M., & Rodríguez Mena, JL, 2012).
La idea de un gobierno como instancia de conducción social que amalgame al capital social y limite las libertades negativas refleja la necesidad de equilibrar el bienestar colectivo y la protección de los derechos individuales en una sociedad.
El capital social se refiere al conjunto de relaciones, normas y valores que promueven la cooperación, la confianza y la solidaridad entre los miembros de una comunidad.
Este capital social puede fortalecerse a través de políticas gubernamentales que aviven la participación ciudadana, la inclusión social y el desarrollo de redes de apoyo mutuo.
Además de la idea de combinar el capital social y limitar las libertades negativas, a continuación, se presentan algunas claves adicionales para gobernar con eficacia:
- Visión y planificación estratégica: Un líder eficaz debe contar con una visión clara del futuro y una planificación estratégica sólida. Esto implica establecer metas y objetivos realistas, identificar los recursos necesarios y diseñar una hoja de ruta para alcanzarlos. La visión y la planificación estratégica actúan como guías para orientar las acciones y asegurar que se estén tomando decisiones alineadas con los objetivos a largo plazo.
- Comunicación efectiva: La comunicación es una herramienta fundamental en el gobierno eficaz. Un líder debe ser capaz de transmitir claramente sus ideas, metas y planes a su equipo de trabajo y a la sociedad en general. La comunicación efectiva fomenta la confianza, promueve la participación ciudadana y facilita la toma de decisiones informadas. Además, un líder eficaz debe ser un buen oyente, estar dispuesto a escuchar las opiniones y preocupaciones de los demás y animar un diálogo abierto y constructivo.
- Transparencia y rendición de cuentas: Un gobierno eficaz se basa en la transparencia y la rendición de cuentas. Los líderes deben ser transparentes en sus acciones y decisiones, asegurando que los ciudadanos tengan acceso a la información relevante y puedan evaluar el desempeño de sus gobernantes. Además, es fundamental establecer mecanismos de rendición de cuentas que permitan evaluar y corregir el curso de acción cuando sea necesario.
- Capacidad de adaptación: El entorno político, social y económico es dinámico y está en constante cambio. Un líder fuerte debe tener la capacidad de adaptarse a estas circunstancias cambiantes y tomar decisiones ágiles y flexibles. Esto implica estar abierto a nuevas ideas, buscar soluciones innovadoras y estar dispuesto a ajustar la estrategia cuando sea necesario.
- Construcción de alianzas y trabajo en equipo: Un gobierno eficaz requiere de la construcción de alianzas y el trabajo en equipo. Un líder debe ser capaz de establecer relaciones sólidas con diferentes actores, tanto a nivel nacional como internacional, para promover la cooperación y buscar soluciones conjuntas a los desafíos que enfrenta la sociedad. Además, es fundamental fomentar un ambiente de trabajo colaborativo y empoderar a los miembros del equipo, reconociendo y valorando sus contribuciones.
Contar con una dirección razonable implica tener una visión clara, planificar estratégicamente, comunicarse de manera efectiva, ser transparente y rendir cuentas, adaptarse a los cambios y construir alianzas.
Estas claves son necesarias para liderar con éxito y generar un impacto positivo en la sociedad. Un gobernador debe estar comprometido con el bienestar de su comunidad y tomar decisiones informadas y responsables que susciten el desarrollo y el progreso de su país.
Fuentes:
Arenilla Sáez, Manuel (coord.) (2010), La administración pública entre dos siglos, Madrid, INAP.
Barzelay, Michael (2003), La nueva gestión pública, México, FCE.