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“Adáptate o muere” el nuevo mundo laboral

Por: Víctor Puig

La competitividad en el mundo laboral del siglo XXI requiere una apertura mental, un nivel de flexibilidad profesional y un nivel de reinvención personal extrema y permanente.

Cada día es y será más frecuente ver como diferentes empleos y cargos laborales desaparecen por alguna fusión, una crisis social o de mercado. Una quiebra económica o una digitalización de procesos y sistemas laborales.

La pandemia mundial que ha azotado nuestro planeta durante 2020 y 2021 nos ha dejado ver la vigencia más que nunca del famoso termino VUCA. Acrónimo usado por la cultura empresarial; anglosajona para describir el contexto económico actual caracterizado por la volatilidad, la incertidumbre, la complejidad y la ambigüedad (Volatility, Uncertatinty, Complexity & Ambiguity). Que a todas luce podemos percibirla en nuestra realidad cotidiana.

El “Adáptate o muere” escrito por charles Darwin en la evolución de las especies nos muestra nuevamente que no es la especie más fuerte o más rápida la que sobrevive y trasciende a la siguiente generación, sino la que mejor se adapta a las condiciones de su entorno y esto hoy incluye a empleados y empresarios de nuestra era.

Los planes de carrera, las plantillas laborales estables por lustros y décadas, los equipos homogéneos de trabajo, las condiciones estables y la seguridad social y la jubilación es algo que cada día será menos frecuente en las empresas e instituciones.

En el mundo productivo del siglo XXI la Hiper conexión, la hiper especialización de procesos, la migración hacia la digitalización de sistemas, la incorporación de la inteligencia artificial y la necesidad de llegar más rápido a las metas esperadas, crean nuevos retos donde las habilidades laborales básicas y la antigua forma de hacer empleo será cada vez menos rentable.

El nuevo mercado laboral será ocupado por una nueva serie de profesionales híbridos enmarcada en una serie relaciones laborales caracterizada por Empleos-proyecto, freelancers, nómadas digitales o profesionales independientes mezclándose con la estructuras empresariales; cuya pirámide será plana progresivamente y que incorporará procesos cada vez más colaborativos; con ciclos laborales y periodos de contratación cada vez más cortos; bajo la necesidad de incorporar nuevo conocimiento y nuevo talento para innovar y mantener su competitividad en el mercado.

Esto implicará la demanda cada vez más frecuente en los nuevos profesionales de las llamadas habilidades líquidas (complementarias a las habilidades duras y blandas, tomadas de las descripciones hechas por la UNESCO como pilares básicos de la educación del siglo XXI como grandes ejes para procurar la rentabilidad de los perfiles laborales y profesionales).

De la misma manera que el agua es capaz de adquirir la forma de su contenedor, y el agua es capaz de encontrar su camino librando barreras y obstáculos, un profesional con competencias líquidas tiene la capacidad de adaptarse y reinventarse permanentemente a partir de las necesidades problemas a resolver adaptando su carrera a las diferentes opciones y oportunidades que el contexto le demanda. Conozcamos un poco de ellas:

Aprendizaje permanente

En este escenario dejamos obsoleto el concepto “Adaptarse al cambio”, remplazando por “Ser parte del cambio”. Siendo consciente que hoy en día el conocimiento duro tiene fecha de caducidad y lo que ayer era verdad, hoy puede ser obsoleto. Marcando la necesidad de aprendizaje eterno y permanente como base de la adaptación.

De esta capacidad de aprendizaje se deriva la identificación de nuevas oportunidades. La creación de nuevas realidades y el ascenso en la rentabilidad personal y profesional.

La resiliencia

La capacidad de adaptación implica aprender a navegar en aguas turbulentas e inciertas, manejo de la frustración y flexibilidad emocional; como tal el enfrentarse a nuevos desafíos que implica relacionarse con nuevas realidades, personas, circunstancias y problemas; de los cuales aprender a salir adelante utilizando todos nuestros recursos personales y profesionales a nuestro alcance sin deformarnos. Cada uno de estos retos permite en un espiral ascendente desarrollar nuevas capacidades que nos dejarán mejor plantados ante el futuro VUCA.

Colaboración en Red
La interconexión de procesos implica también el proceso humano creativo. El aprender a realizar una cadena de valor en red será uno de los grandes desafíos del empleado contemporáneo, pasando de únicamente ser parte de un equipo a ser parte de una gran red de valor que más allá de espacio y tiempo, colaborando incluso asincrónicamente y de forma heterogénea con personas e idiomas diferentes con el objetivo común de cumplir la meta deseada. Esta será la mejor y más eficaz forma de crear valor en nuestro entorno profesional.

Gestor de cambios
Un valor fundamental en esta nueva tendencia es ser un verdadero gestor de cambio y transformación de nuestro entorno. Los nuevos profesionales deben ser capaces además de adaptarse al cambio, influir en él y en los nuevos y próximos cambios. Provocar nuevas realidades, oportunidades y opciones. Incorporar nuevas formas de rentabilizar el tiempo de colaboradores y organizaciones, crear nuevos procesos, proyectos e iniciativas es una habilidad increíblemente valorada en este nuevo perfil laboral.

Curador de contenidos:
El nuevo profesional debe ser un gestor, depurador y curador de contenidos. Entre la descomunal cantidad de información existente en la actualidad y las múltiples fuentes de donde provienen vivimos en un entorno “Infoxicado”, y lleno de elementos poco confiable. Desarrollar la capacidad técnica y blanda de identificar fuetes y medios que nos permitan condensar la información hasta obtener en suficiencia y veracidad lo que buscamos para resolver nuestra necesidad de conocimiento para atender las necesidades y retos que tenemos por delante.

Cada uno de estos elementos sin duda, parcial y proporcionalmente desde nuestra actividad profesional ya lo hemos desarrollado en cierta medida, sin embargo, en el nuevo contexto laboral, sin importar que tan hábiles o talentosos seamos en otras áreas, serán elementos que terminarán de complementar el perfil profesional que las nuevas empresas e instituciones demandarían cada vez más como una competencia para poder emplearse en la empresa del siglo XXI.

Y Tú ¿Consideras estas listo para este nuevo escenario laboral?

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