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BOMBA DE TIEMPO

Por: Edith Belmont

En artículos anteriores les hemos comentado que esperamos una fuerte crisis en algún momento del segundo semestre del 2022. Explicamos que esto es debido a una fuerte inyección de liquidez por parte de los grandes bancos centrales de los gobiernos a nivel mundial: La Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco Central Europeo, El Banco Central de China, Japón, Inglaterra, entre otros; con la intención de reducir el impacto de la pandemia, aunque esto ya venía de tiempo atrás cuando tomaron esta estrategia para controlar los efectos producidos por la crisis que desató en septiembre del 2008 con la quiebra de Lehman Brothers. (Ver gráfica 1)

Tan sólo la Reserva Federal de EU ha inyectado de marzo del 2020 que inició la pandemia, a marzo del 2022, 120,000 millones de dólares mensuales hasta alcanzar 9 billones de dólares, una barbaridad, una inyección de liquidez sin precedentes en la historia financiera de la humanidad.

Al mismo tiempo que aumentaron la inyección de liquidez, bajaron las tasas de interés nominales de niveles de 6, 7% a casi cero, lo que provocó que gobiernos, empresas y familias se endeudaran hasta el cuello, provocando una orgía del crédito a nivel mundial. (Ver gráfica 2)

Era de esperarse, con tanto dinero en circulación, con tanta liquidez, se provocaron burbujas en los mercados financieros: las bolsas de valores, en los bienes raíces, en las criptomonedas, entre otros activos. Ahí es a donde fue a parar todo este dinero.

O se ha preguntado usted amiga/o lector porque si estuvimos dos años en confinamiento, con una economía casi parada, con muchos sectores sin ingresos, ¿cómo es posible que no quebrara ninguna gran empresa, ninguna transnacional importante, ningún banco fuerte, ningún gobierno se declarara en moratoria o suspensión de pagos? Pues por esa tremenda inyección de liquidez.

El principal problema aquí, es que, con tanta liquidez, con tantos billetes correteando cada vez menos productos, se disparó la Inflación a niveles no vistos en 40 años. La inflación es el mal que aqueja al mundo entero, pues por primera vez en la historia todo el mundo adolece de índices muy altos de inflación. La mayor parte de los países cuentan en la actualidad con una inflación de entre 5 y 10%. (Ver gráfica 3).

 Tan sólo al cierre del mes de Junio los Estados Unidos cerraron con una tasa del 9.1% y nuestro país cerró con una tasa de 7.9%.

Esto hizo que los gobiernos se asustaran y se vieran obligados a controlar la inflación, lo que provocó que iniciara un aumento de tasas de interés en todo el planeta y a empezar a retirar, poco a poco, la liquidez que inyectaron. La batuta la tomó la Reserva Federal de EU quien ha elevado sus tasas de niveles de prácticamente cero a 1.75% y empezó a retirar $45,000 millones de dólares del mercado a partir de la primera quincena de junio, lo que podría llevar su tasa a 4% a finales de 2022. México, por su parte, ha tenido 9 alzas de tasas de junio del 2021 a junio del 2022 llevándola de 4% a 7.75% esperando que esta, incluso, alcance niveles de 9% para el cierre de este año. (Ver gráfica 4)

Ese desorden financiero ha provocado que estas burbujas de activos (bolsa, Bienes raíces, criptomonedas) empiecen a reventar, llevándose entre las patas del caballo a gobiernos, cientos de empresarios y personas de a pie que se dejaron llevar por el canto de las sirenas y acumularan grandes niveles de deuda.

La caída de las bolsas y el desplome de las criptomonedas son sólo un ejemplo de que la fiesta terminó y vienen momentos difíciles en la economía, no sólo de nuestro país sino a nivel mundial. Tan sólo la economía de los EU retrocedió su PIB (Producto Interno Bruto) que cayó en el I Trimestre de 2022 -1.6% y la propia Reserva Federal de Atlanta estima caerá -2.1% en el II Trimestre, lo que técnicamente ya es una recesión (dos caídas trimestrales consecutivas). México de un pronóstico oficial de la Secretaría de Hacienda de 3% para el 2022, se espera, según el Banco Mundial, una tasa 1.9% para el 31 de diciembre de este año, lo que se ve, por tales condiciones, verdaderamente difícil de alcanzar.

Conclusión.

Por estos escenarios sombríos que se esperan y los nubarrones en el horizonte, tenemos que prepararnos, allegarnos (en medida de lo posible) de asesores que nos puedan ayudar a sortear los malos tiempos.

Insisto, como he recomendado en artículos anteriores, hacer todo lo posible por pagar deudas, tenerlas a tasa fija o con algún tipo de cobertura (que para estos tiempos esa estrategia ya puede salir muy cara) pues no podemos saber hasta dónde pueden llegar las tasas de interés y eso podría comerse nuestros ahorros y patrimonio.

Es muy recomendable actuar con la cabeza fría, tener control sobre nuestras emociones, pues, la locura financiera que se avecina nos puede contagiar y hacernos tomar decisiones erradas, debemos estar preparados, actuar rápido y hacerlo desde ya. Ir un paso adelante.

Como dice Peter Schiff: “En algún momento los mercados se darán cuenta. Comprenderán la situación, y se pondrán en marcha…Tú no puedes esperar a que eso suceda para actuar. Debes estar posicionado antes de que todos se despierten. Eso es todo lo que necesitas”.

Y con todo este panorama que les hemos presentado podemos decir que estamos sentados hoy (16 de julio que escribo estas líneas) en un barril de pólvora, una BOMBA DE TIEMPO. Ya explotó la bolsa, colapsaron las criptomonedas…la pregunta que salta a la vista es: ¿quién o qué sigue?

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