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LAS 7 REGLAS DEL ÉXITO EMPRESARIAL

Everardo Cisneros Huitrón

Éxito, es una palabra esdrújula muy corta,
pero de gran alcance que proviene del latín y significa “salida”.
¿Pero salida de qué?

REGLA 1. RECIPROCIDAD EMPRESARIAL

En el mundo empresarial sin duda existen dos tipos de líderes, de estrategas, de “cabezas del negocio”, de empresarios; los primeros, aquellos que tratan de reducir cualquier gasto, incluso al extremo de lograr desincentivar todos los elementos que un día le dieron la oportunidad de crecer (máxime en aquellos tiempos pandémicos), y los segundos, aquellos que viven con la filosofía de vida basada en la máxima vetusta: “Dar, es mejor que recibir”. the rose sex toy nike air max 270 mens sale adidas yeezy 350 custom hockey jerseys cowboys jersey nike air jordan retro custom uniforms jordan shoes for sale sex toy stores wig for sale sex toys for sale cheap nfl jerseys custom nba jerseys wig store cheap nfl jerseys

En efecto, grandes estudiosos del entorno financiero y económico se han preocupado por buscar las mejores estrategias – sobre todo de marketing – y dinámicas empresariales para lograr el crecimiento exponencial de un negocio, la tecnología aplicada a estas ciencias y claro las analíticas son herramientas de gran valor y apoyo para tal labor, sin embargo, al final han determinado que para tener éxito frente a cualquier estrategia seleccionada, se encuentra la otredad humana, es decir de aquellos que influyen en forma directa o indirecta en la implementación de tal o cual estrategia, es decir, los colaboradores y clientes, surge aquí el concepto de la reciprocidad empresarial, la cual se expone en dos vértices.

En el primero, se debe entender y aceptar que ninguna organización (incluso las virtuales), podrían crecer sin colaboradores incentivados y motivados, pero esto no solo se refiere a cuestiones de carácter pecuniarias como el salario   o aumentos, sino a las cargas endopáticas positivas que cada integrante tiene en relación con la organización, y esto no es tarea fácil, pues no nace de la natural relación laboral, sino que debe ser generada a propósito por la empresa, mediante procesos o mecanismos que permitan “dar algo” a ese colaborador en forma muy especial, por lo que en un tiempo muy cercano, esa persona tendrá no solo el sentido de identidad y pertenencia con su organización, sino además un compromiso más allá del pecunio, y buscará la manera de retribuir sin presión alguna ese sentido de bienestar al interior de esa empresa.

El ámbito jurídico por supuesto no está exento de recibir sus efectos, pues los colaboradores con este grado de satisfacción, al recibir oportuna y correctamente sus prestaciones en la materia, aunado al evento de “recibir un incentivo constante”, verbigracia un reconocimiento público, el costeo de un curso en algo que especialmente le sea atractivo, (no capacitación en estricto sentido para sus actividades), o un beneficio para alguno de los integrantes de su familia,  se traduce en una estabilidad personal y laboral anímica, con frutos positivos al interior de la organización, pues esto da como resultado que estos colaboradores eviten a todo nivel instar demandas, en ocasiones innecesarias, lo que se traduce en una sentencia (antes laudo) laboral menos a pagar, en otras palabras, se reducen las contingencias laborales y con ello se protege la parte financiera de la empresa, lo cual también ya es parte de un éxito global, solo con este toque de la reciprocidad.

En este mismo sentido, resalta la norma oficial mexicana (NOM) 0-35, expedida en 2018, que regula los factores de riesgo psicosocial en el trabajo, entre estos el liderazgo (patrón) y el sentido de pertenencia a una organización (trabajador). Esta norma, que se clasifica dentro de aquellas que atienden al rubro de la salud en el trabajo, y es fundamental atenderla ya que, al contar con un entorno organizacional favorable, se minimiza riesgos, entre esta ansiedad, estrés y eventos traumáticos, e incluso, actos de violencia laboral.

Los resultados en esta arista son sencillos e innumerables de mencionar, productividad, aceleramiento de cualquier planeación, aumento de clientes, innovación y eficiencia y calidad en el servicio. Es decir, se gesta un nuevo entorno laboral, una verdadera organización.

En el segundo vértice, se encuentra el cliente, con el cual se debe poner énfasis desde el primer contacto en la construcción de una relación robusta y atemporal, en esa línea de tiempo, cuando esa persona ya consumió el producto o servicio,  se inicia un vacío o espacio comercial, es justo cuando se debe tener mayor contacto con el mismo y “dar” algún incentivo que de valor a esa relación (no necesariamente algo propio de la empresa), que permita tener la presencia de la empresa en la mente y vida del cliente, el resultado en un corto tiempo es sorprendente y simplemente ese cliente evocará a esa empresa, regresando o recomendando dimensionalmente el producto o servicio.

La reciprocidad ha sido estudiada a lo largo de la historia por diferentes disciplinas como la antropología social, la psicología, pero también hoy en forma extraordinaria por las neurociencias, que al borde del estudio de la estructura, función, bioquímica y farmacología del sistema nervioso permite conocer el origen biológico de la conducta, originando un nuevo paradigma que permite entender el comportamiento humano cuando se habla de este fenómeno de correspondencia mutua; reciprocidad. En este sentido, es relevante el trabajo del Consejo Mexicano de Neurociencias, pues da la posibilidad de entender en forma científica los efectos positivos y de placenteros gestados en el cerebro, tanto de la persona que “da”, como de aquella que “recibe”, desde luego este proceso aplicado al ámbito empresarial detona efectos de lo que se conoce como éxito.

En conclusión, la reciprocidad empresarial marca la diferencia entre el hoy y el mañana del crecimiento de las organizaciones con independencia del tamaño o actividad, por ello hoy y siempre “dar, es mejor que recibir”.

Estimados lectores, he de mencionar que este artículo, es el primero de una serie de 7.
“7 REGLAS DEL ÉXITO EMPRESARIAL”.

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