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Reforma a las pensiones 2.0

Por: Israel Calderón Colorado

Incompleta aún y sin hacer corresponsable al trabajador

El gobierno de la autodenominada 4ta transformación le entró al tema de reforma a las pensiones, pospuesta por varios sexenios presidenciales e inacabada todavía desde que se crearon las Afores el 1 de julio de 1997
que ocasionó la individualización de las cuentas de retiro; aún con la precariedad de pensionarse si bien le va al trabajador con la pensión mínima garantizada o, de plano, no alcanzar pensión alguna.


Esta propuesta de reforma que en este 2021 sin duda ya estará aprobada en el Congreso de la Unión. No terminará con las bajas pensiones al no comprometer a la parte total del sistema; el trabajador, quien no asume la responsabilidad de autofinanciarse su pensión por medio de mecanismos de ahorro voluntario; y deja todo el peso de su dinero a obtener después de los 60 años al Estado. Pero fundamentalmente a su patrón quién, sin dudarlo, buscará la manera de evadir en lo posible; hacer aportaciones al retiro por medio de la subcontratación legal y la reducción de plantillas; y, por obvias razones, la informalidad crecerá a lo largo de los años.

Un poco de memoria

Recordemos que antes de que nacieran las Afore (Administradoras de Fondos para el Retiro); México sólo tenía una sola opción de pensión que consistía en el sistema de reparto, que surge en 1973; y cuya ley sigue vigente para los trabajadores que empezaron a cotizar antes del 1 de julio de 1997; y la cual consiste en que el Estado por medio de aportaciones
patronales, de trabajadores activos, financian las pensiones, producto del ahorro cuyos recursos pasaban a una bolsa común administrada por las
instituciones de seguridad social IMSS e ISSSTE; y que ello provocó que se colapsara la capacidad de pago. Ya sea por empezar a tener más personas pensionadas que activas, por la mala administración de los recursos por parte del Estado.


Este escenario de crisis financiera hizo que en el sexenio del expresidente Ernesto Zedillo nacieran las Cuentas Individuales (reforma 1.0); eliminando con ello el financiamiento con la bolsa común y administrada por el Estado. Pero con la precariedad de los montos de pensión a partir de 1250 semanas de cotización (25 años) y la edad de 60 años cumplidos. Al obtener el trabajador una tasa de reemplazo (porcentaje de pensión en proporción del último salario registrado) de
alrededor del 30%; cifra de reemplazo que por obvias razones no alcanzarían para lo mínimo indispensable pasada la vida laboral. ¿Quién vive con 1/3 de lo ganado en su vida laboral?

La “bomba pensionaria” no se activaría hasta el 2022, año en que empezaría a pensionarse la primera “Generación Afore” que cumpla los primeros 25 años de cotización, cuyo porcentaje es muchísimo menor a la gente que tendría que conformarse con la llamada negativa de pensión, es decir, recoger los recursos administrados por su Afore por no cumplir con el requisito de las semanas cotizadas, dejando así un grueso de población sin derecho a servicio médico y un recurso económico mensual, aunque fuese por debajo del salario mínimo. Y, empero, el bajo porcentaje de “afortunados pensionados” contarían con recursos económicos demasiados bajos, que no les alcanzaría para todo lo necesario en una vejez digna, al no haber complementado su pensión con ahorro voluntario cuya inversión en su administradora les dejaría atractivos rendimientos.


Esta reforma a los “ley 97” no contempla una “piedra en el zapato” del cotizante “ley 73”: la conservación de derechos que deja fuera, también, a millones de trabajadores que tienen las semanas de cotización (500 como mínimo) pero que no cuentan con la “conservación de derechos”. Es decir, esta conservación contempla que puedes iniciar los trámites de tú pensión aunque no estés cotizando y ya cumplidos los 60 años, si estás en el rango de ¼ parte de años cotizables; para ser más claros: si cotizaste por 20 años, tienes 5 años de conservación; esta, desafortunadamente no la cumplen y ello ocasiona que miles de millones de pesos continúen en las arcas del instituto de seguridad social del Estado en detrimento del trabajador, al no tener un empleo formal que les permita obtener su dinero. ¿Quién después de los 50 – 55 años te contrata?Fisura no contemplada.

Respuesta Gubernamental

  1. El documento dado a conocer por la Secretaria de Hacienda el pasado 22 de julio prevé elevar en promedio en un 40% la tasa de reemplazo que líneas arriba mencionadas y cuyo promedio es del 30% del último salario del trabajador. Es decir, las pensiones mínimas garantizadas pasarán de $3,289 a $4,345, algo positivo pero obviamente limitado.
  2. Pasar de 1,250 semanas de cotización a 750 e incrementarlas gradualmente a 1000 semanas para obtener derecho a una pensión. Esto aumentará del 56% al 97% el cobijo para tener derecho a una pensión y con ello se logra una cobertura del 34% al 82% de personas con pensión mínima garantizada. 8 de cada 10 mexicanos podrán pensionarse.
  3. Subir el porcentaje de monto destinado al retiro al pasar del 6.5% al 15.22%; el patrón es el que absorberá en mayor medida la aportación duplicada al triplicar su aportación del 5.15% al 13.87% a lo largo de 7 años, del 2023 al 2030. Aquí cabe mencionar que la cúpula empresarial, entre ellos Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), ha comentado que cada año en los contratos colectivos de trabajo se negociará este incremento. La aportación del trabajador y el Estado no sufre modificaciones, aunque el 0.225 del Estado será repartido en trabajadores que ganen de 1 a 4 UMAS como medida de apoyo popular.
  4. Las Afores deben bajar el monto de sus comisiones y estás se contemplan deben ser el promedio aritmético de países como Colombia, Estados Unidos y Chile que seria del .54% y no del .70% cómo se negoció en Palacio Nacional entre las Afores y el gobierno federal para el 2024. En 2019, las Afores cobraban comisiones promedio del .92%; aquí cabe resaltar la molestia de las administradoras y la alerta de diversos organismos, incluso internacionales, que no están de acuerdo con este tope al considerar que afectaría la viabilidad de varias Afores hasta desaparecer y dejando con ello una concentración de mercado en algunas pocas y pérdida de empleos en la industria; otra medida de las administradoras para con esta reforma es que eleven sus rendimientos al modificar su esquema de inversión.

Sin corresponsabilidad

Esta sin duda es una reforma a la “generación afore” inacabada porque no considera que el trabajador se vuelva corresponsable de su monto de retiro y vuelve a esta generación “ley 97” cómo una qué gozará sólo de pensiones garantizadas de poco mas de 4 mil pesos al mes. ¿Te alcanzará?

Desafortunadamente en México tenemos un gran déficit de educación financiera (ni siquiera está contemplado dentro de las materias de estudio en el sistema educativo público) y la cultura del ahorro y la previsión del futuro es casi nula.

La AMAFORE (Asociación Mexicana de Administradoras el Fondos para el Retiro) publicó una encuesta titulada: “Ahorro y Futuro ¿Cómo viven los jóvenes el retiro?” publicada en el 2019 (la medición más reciente que se tiene al respecto) en la cual, jóvenes entre 18 y 40 años respondieron diversos cuestionamientos sobre su futuro económico en materia de retiro y cuyos resultados son más qué decepcionantes.

Veamos: 6 de cada 10 hombres y 7 de cada 10 mujeres piensan que sus hijos o familiares los mantendrán en la vejez. El 66% de los encuestados expresaron estar nada o poco preparados para la vejez y el ahorro que llegan a ejercer es destinado para imprevistos en un 39% y sólo 18% (2 de cada 10) ahorran para el retiro; cifras alarmantes si tomamos a consideración que 7 de cada 10 jóvenes sí acostumbran ahorrar; entre las vías mas usadas para guardar ese dinero esta… ¡en las alcancías! en un 48% y sólo 3 de cada 10 jóvenes utilizan a las instituciones financieras. Y no hablemos qué sólo el 1% de las personas que ahorran lo tienen en mecanismos de inversión que les generen buenos rendimientos a futuro. Desconocen la magia del interés compuesto.

Más aporte patronal de las empresas al retiro y menos comisiones por parte de las Afores están a la vuelta de la esquina con esta reforma a las pensiones 2.0, pero el principal corresponsable de todo esto se llama trabajador y, a esté, no se le toca “ni con pétalo de una rosa”. Al final, es el principal beneficiado y su proporción de participación es raquítica, cómo lo serán sus pensiones mínimas garantizadas si no se hace algo al
respecto.

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