Entrevistas

Tía Lancha: cocina tradicional

Esperanza Hernández Pérez

Cocinera tradicional de Coatecas Altas Ejutla de Crespo, Oaxaca. Engalana la portada de nuestra edición julio – agosto. Digna representante de su pueblo, cultura y tradición de Oaxaca, nos recibe en un escenario lleno de color y sabores.

La cocina tradicional de Tía Lancha, es herencia de la vida de las mujeres de su comunidad, de muy joven aprendió a guisar en los fogones de su comunidad, después de ver las carencias de su familia decidió emprender dando a conocer sus raíces a través de sus guisos.

Con el apoyo de una conocida de la comunidad de San Martín Tilcajete, optó por buscar nuevas oportunidades. Adquirió una casa en San Pedro Guegorexe Oaxaca, misma en la que ahora hace sus platillos, con recetas de su región.

Su establecimiento se encuentra en la entrada de San Pedro Guegorexe y se llama “Sin maíz no hay país”. Es una frase muy significativa para ella, la frase engloba todo lo que es su cocina. Tiene un gran significado, sin el maíz… el país no sería lo que es, ya que hay un sinfín de platillos que se pueden preparar. Son la base de la comida Oaxaqueña.

Aprendí bastante en la cocina de mi abuelita, me gustaba como cocinaba, el sazón que le daba a los platillos por eso siempre la buscaban para hacer comida para las mayordomías del pueblo y en ocasiones la acompañaba.

Tres años después dejé mi trabajo en el campo y empecé a ayudar de lleno a la cocina en donde aprendí mucho. Me casé muy pequeña, tenía aproximadamente 15 años de edad, para ese entonces ya sabía hacer tortillas y algunas comidas típicas de mi madre. En cada fiesta como cumpleaños, bautizos, bodas o eventos familiares, mi madre y abuela cocinaban y yo les ayudaba. En la región solemos matar chivos como comida típica para este tipo de eventos; para los sepelios acostumbramos a cocinar platillos con guajolote o pollo, platillos que he ido perfeccionando”.

Los primeros alimentos que preparó, fueron el caldo de pollo, las tortillas hechas a mano y el agua de maíz tostado negro. Gracias a su participación en el año 2019 en el evento: “Encuentro de Cocineras Tradicionales”, es ahí como se da a conocer y decide emprender con su comedor que ahora conocemos, al igual pudo exponer algunos otros platillos como el Mole Verde, y el Mole Negro, y poco después la invitaron a Casa Frida en la capital de Oaxaca donde pudo dar degustaciones de su agua de maíz el cual fue todo un éxito.

Participó en “La Samaritana y sus Cocineras Tradicionales” en el 2021; evento realizado en fechas de Semana Santa en Oaxaca, donde se suele regalar agua de sabor, tejate, nieves y dulces regionales. Y se ha dado a conocer en eventos importantes como “Oaxaca Flavors”, “El Festival del Mole 2021”, entre otros.

Después de participar en esos eventos la contactaron de México, pidiendo que impartiera clases de su cocina tradicional. A la fecha imparte clases en línea para diferentes estados.

“Mi esposo es una persona trabajadora que se dedica al campo, los productos que uso en mis guisados son cosechas que nosotros sembramos, tengo dos hijas y una de ellas sigue mis pasos, le gusta la cocina. En mi pueblo la vestimenta que usamos son vestidos floreados con un delantal y un reboso; toda la gente mayor habla en Zapoteco, estoy orgullosa de mis raíces.

“El cocinar es mi pasión, me gusta lo que yo hago, cada comida, la hago con amor…”

Me hace sentir feliz cuando viene un cliente, y menciona: ¡Qué rica comida!. Siempre trato de innovarme y sacar otros platillos que le gusten; que a la hora de probarlos quieran volver. Como por ejemplo mole tradicional, mole rojo, mole verde, estofado, de todo hago un poco y siempre estamos atentos a recibirlos. Me ha visitado gente de Tijuana, México, Puebla, y también de otros países y obviamente los lugareños.”

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